¿Sabías que la mala respiración puede causarte estrés, insomnio, fatiga y ansiedad?
Si te dijéramos que una buena respiración puede ayudar a mejorar tu calidad de vida, ¿le darías más importancia a este acto biológico?
Basado en www.asma.org y www.science.nationalgeographic.com
Fotografías: physiowomenhealth.wordpress.com, desqbre.wordpress.com, mundopilates.com
En la respiración se oculta una increíble fuerza vital, que correctamente utilizada nos ayuda a revitalizar nuestro organismo, solo es cuestión de tomarnos un poco de tiempo para aprender a respirar.
Lo primero para realizar estos sencillos ejercicios es ponerse cómodos, tenderse de espaldas en un lugar firme, intentar estar relajados, con música tranquila y cerrar los ojos, te puede ayudar un antifaz relajante como nuestro Antifaz Esmeralda. Intenta realizarlos cuando dispongas de tiempo para ti ya sea por la mañana o por la noche.
Coloca una mano en tu pecho y la otra en el abdomen. Inhala profundamente por la naríz, la mano en el abdomen debe elevarse más de la que está en tu pecho. Esto asegura que el diafragma está llevando aire a los pulmones. Una vez que exhales por la boca, inhala por la naríz nuevamente pero esta vez suave y lento, imaginándote que estas aspirando el aire del lugar que más te guste, mantén el aire durante el tiempo que más puedas y te sea cómodo. Exhala lentamente por la boca, al ir liberando todo el aire, contrae suavemente los músculos abdominales, es importante enfatizar que profundizamos la respiración, no inhalamos más aire, sino al contrario, al exhalarlo completamente. Repite varias veces.
Coloca tus manos, sin presionar, sobre las costillas. Exhalando todo aire primero, y contrayendo el abdomen. Inhala por la naríz, dejando que se expanda en las costillas, se necesita un poco más de esfuerzo que en la respiración abdominal (mencionada en el punto de arriba). Reten un instante el aire, y exhala por la boca. Observa cómo las costillas vuelven a su posición inicial cuando expulsas todo el aire. Repite varias veces.
La siguiente respiración se realiza con la parte alta de los pulmones, y en la inhalación parece que las clavículas se levantan. Sentada, cruza los brazos y expulsa todo el aire, contrayendo el abdomen. Luego inhala por la naríz, llevando el aire hacia la parte alta de tus pulmones, levantando a la misma vez las clavículas. Exhala por la boca lentamente. En esta técnica la inhalación es más profunda y la expulsión es breve.
Puedes ir integrando estas técnicas poco a poco para formar una serie completa. Tomate tu tiempo para aprenderlas y dominarlas, es posible que te llegues a sentir mareada, deja de realizar el ejercicio y respira lentamente hasta que te sientas mejor. Toma en cuenta que vas a oxigenar tu cuerpo es normal que este reaccione en lo que se acostumbra.
La practica de estos ejercicios no sólo mantiene una mente y cuerpo sano, sino que también promueve sentimientos de calma y tranquilidad, que nos ayudan a estar de buen humor. Así es que
Sonríe!!!
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